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Vistas desde el Thipwimarn Resort
Desayuno en nuestro hotel
Vistas desde el New Heaven
Playa de Jamahkiri
Playa de Ao LeukEsta mañana parece que el tiempo nos da un respiro y despues de desayunar cogemos un taxi para que nos lleve al centro y alquilar una moto. Merece la pena alquilar una motillo porque si tienes que hacer dos viajes en taxi al dia ya la has amortizado, aqui las motos son baratisimas, entre 3 y 4 euros por dia.
Primero visitamos una playa muy bonita pero en la que habia unas pequeñas medusas que los lugareños decian que no picaban pero mejor ir a otro sitio, habiendo mas playas para que arriesgar... Luego fuimos a tomarnos un refresco al New Heaven, unos bungalows desde donde hay unas vistas impresionantes de una playa llamada Jamahkiri. (ver foto). Como nos gusto esta playa bajamos hasta ella y nos quedamos por alli un par de horas, se estaba de lujo y habia que aprovechar el sol, que en cualquier momento aqui empieza a llover de nuevo.
Cogemos de nuevo nuestra super moto y nos dirigimos a la playa de Ao Leuk, si no llevas cuidado y vas mirando todos los carteles te pasas de largo ya que desde la carretera principal apenas se ve un cartel que dice que es una playa privada, pero no hay problema que puedes pasar. El camino es de tierra, bastante malo y empinado, asi que decidimos dejar la moto arriba y bajar andando. Cuando ya estabamos a punto de bajar empieza a llover fuerte, la suerte no nos ha durado demasiado, y nos refugiamos en una casa que habia al lado en la que tenian tambien unas mesas para que los turistas despistados como nosotros se tomen algo. Nos quedamos alli hasta que parece que para la cosa y bajamos por el empinado camino. Vemos a un paisano que sube con la scooter por el camino. INCREIBLE!!. Si nosotros lo hubieramos intentado seguro que nos matamos. Despues de un paseo de unos 10 o 15 minutos llegamos a la playa y la verdad que merece la pena. La playa es pequeña y tranquila y con unas aguas trasparentes color turquesa. Pasamos el tiempo tirados y buceando un poco, parece que te estes bañando en un acuario de la cantidad de peces de colores y de corales que hay a ambos lados de la playa, fue de las que mas nos gusto en nuestro viaje. Como ya habia pasado demasiado tiempo sin llover, a las 2 de la tarde empieza a llover de nuevo y aprovechamos para comer en un restaurante que hay en un lado de la playa. No nos cansamos de decir lo bueno, bonito y barato que se come en Tailandia. Pasamos mas de una hora en el restaurante pero parece que no para de llover, asi que decidimos bucear un poco mas y luego marcharnos aunque nos mojemos en la moto.
Nos vamos con nuestra nube negra al hotel a descansar un rato y por la noche a cenar. Como no teniamos mucha hambre decidimos comernos unos sandwiches o algo asi y paramos en un restaurante llamado Corner Cafe. La camarera muy simpatica nos pregunta de donde somos y al decirle que eramos de España nos dice que su jefe es español. Al poco se nos presenta el jefe, un chico de Bilbao que lleva viviendo en Koh Tao 4 años, regentando este Restaurante y un club de Apnea (Apnea Total). Nos comenta la mala suerte que hemos tenido con el tiempo, que desde hacia varias semanas no llovia y justo esta semana estaba lloviendo todos los dias.
Bajamos a tomarnos algo a la playa, al Flizz y de nuevo para casa.
Primero visitamos una playa muy bonita pero en la que habia unas pequeñas medusas que los lugareños decian que no picaban pero mejor ir a otro sitio, habiendo mas playas para que arriesgar... Luego fuimos a tomarnos un refresco al New Heaven, unos bungalows desde donde hay unas vistas impresionantes de una playa llamada Jamahkiri. (ver foto). Como nos gusto esta playa bajamos hasta ella y nos quedamos por alli un par de horas, se estaba de lujo y habia que aprovechar el sol, que en cualquier momento aqui empieza a llover de nuevo.
Cogemos de nuevo nuestra super moto y nos dirigimos a la playa de Ao Leuk, si no llevas cuidado y vas mirando todos los carteles te pasas de largo ya que desde la carretera principal apenas se ve un cartel que dice que es una playa privada, pero no hay problema que puedes pasar. El camino es de tierra, bastante malo y empinado, asi que decidimos dejar la moto arriba y bajar andando. Cuando ya estabamos a punto de bajar empieza a llover fuerte, la suerte no nos ha durado demasiado, y nos refugiamos en una casa que habia al lado en la que tenian tambien unas mesas para que los turistas despistados como nosotros se tomen algo. Nos quedamos alli hasta que parece que para la cosa y bajamos por el empinado camino. Vemos a un paisano que sube con la scooter por el camino. INCREIBLE!!. Si nosotros lo hubieramos intentado seguro que nos matamos. Despues de un paseo de unos 10 o 15 minutos llegamos a la playa y la verdad que merece la pena. La playa es pequeña y tranquila y con unas aguas trasparentes color turquesa. Pasamos el tiempo tirados y buceando un poco, parece que te estes bañando en un acuario de la cantidad de peces de colores y de corales que hay a ambos lados de la playa, fue de las que mas nos gusto en nuestro viaje. Como ya habia pasado demasiado tiempo sin llover, a las 2 de la tarde empieza a llover de nuevo y aprovechamos para comer en un restaurante que hay en un lado de la playa. No nos cansamos de decir lo bueno, bonito y barato que se come en Tailandia. Pasamos mas de una hora en el restaurante pero parece que no para de llover, asi que decidimos bucear un poco mas y luego marcharnos aunque nos mojemos en la moto.
Nos vamos con nuestra nube negra al hotel a descansar un rato y por la noche a cenar. Como no teniamos mucha hambre decidimos comernos unos sandwiches o algo asi y paramos en un restaurante llamado Corner Cafe. La camarera muy simpatica nos pregunta de donde somos y al decirle que eramos de España nos dice que su jefe es español. Al poco se nos presenta el jefe, un chico de Bilbao que lleva viviendo en Koh Tao 4 años, regentando este Restaurante y un club de Apnea (Apnea Total). Nos comenta la mala suerte que hemos tenido con el tiempo, que desde hacia varias semanas no llovia y justo esta semana estaba lloviendo todos los dias.
Bajamos a tomarnos algo a la playa, al Flizz y de nuevo para casa.
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